El vicio de matar superhéroes
Y no cabe duda que es un buen negocio. Tanto que esto de matar al superhéroe iconico se ha convertido ya en vicio que, como todos, puede resultar algo cargante, impostado. El último en perecer por obra y gracia de los designios de sabe dios quien ha sido Spiderman. El hombre araña tal y como lo conociamos ha dejado de existir. Por mi parte nada que objetar a la desaparición del viejo Peter Parker. A decir verdad me cargaba bastante este tipo. Ahora bien tengo que reconocer que es probable que mi percepción se deba en buena medida a que desde que vi a Tobbey Maguire colgarse de los rascacielos de Manhattan haciendo de Spidie, cayó sobre este actor mi odio eterno y puede que, por extensión, sobre el mismo personaje.